La vida privada
Su vida privada era una vida de disciplina rigurosa. Ropa limpia, zapatos limpios, laúdes y vísperas cada día. La cama hecha, y el dormitorio arreglado antes de bajar para el desayuno. Era impensable perder una reunión o un retiro de su congregación.
Igualmente era impensable desobedecer a la Madre Iglesia y a sus obispos. Y todo lo apuntaba en su famosa agenda de bolsillo, tanto una fecha para un retiro, como unas notas de una charla o el teléfono de un amigo.
Su gran amor era Nuestra Señora del Sagrado Corazón y -a través de ella- vinosu fidelidad incuestionable a la Madre Iglesia y los Misioneros del Sagrado Corazón.
Misionero del Sagrado Corazón
No es posible entender al Padre Emiliano sin entender que era un “hijo” del Padre Julio Chevalier quien -en 1854- fundó los “Misioneros del Sagrado Corazón”. El Padre Emiliano volvía una y otra vez a la fuente: los escritos de su fundador. Tantas veces nos contaría sobre el Padre Chevalier y citaría: “cuando Dios quiere una obra, los obstáculos son medios”.
Así que, no es una sorpresa que el Padre “llevó prestado” uno de los artículos de su Congregación para enriquecer los de nuestra Comunidad: “una comunidad cristiana en la que cada uno aporta sus talentos y se siente integrado porque es reconocido, aceptado, escuchado, animado e interpelado” (Estatutos MSC # 33 / Estatutos CSCV # 1.5.3).
Los misioneros tienen fama de ser “buena gente”, rápidos con un chiste y lentos para una crítica. Una característica que está reflejada en sus Estatutos: “El nuestro es un espíritu de familia y de fraternidad, hecho de bondad y comprensión, de compasión y perdónmutuo, de delicadeza, humildad y sencillez, de hospitalidad y sentido del humor” (Estatutos MSC # 32).
Hombre y sacerdote
A la vez hay que mencionar unos detalles que marcaron su vida como hombre y sacerdote: su reacción de genuino placer, levantándose -con las brazos abiertos- para recibir a una persona; su determinación incondicional de salir a visitar un enfermo, sin importar la hora o u propio cansancio; su disponibilidad de “ajustar” sus planes para añadir una actividad más al último momento; y su implacable fidelidad a la Liturgia de Las Horas, rezando con su breviario en cualquier lugar, a cualquier hora, ya fuera en el carro saliendo de un retiro, en un aeropuerto esperando su vuelo o en la capilla frente al Santísimo.
"La nueva evangelización, unicamente podrá ser llevada a cabo por nuevos evangelizadores que han sido renovador por el espíritu de Dios y ungidos por su poder y que son testigos de que Jesús Vive".