En este artículo nuestra hermana Sabrisky Féliz nos cuenta su experiencia en Alpha
Hace unas semanas, Sandra Almánzar, Rosaura Salcedo y yo tuvimos la oportunidad de participar en la “Semana Alpha Internacional”, en Londres, Inglaterra. Era un encuentro de evangelización ecuménico celebrado en la Iglesia Anglicana “Holy Trinity, Brompton”. Allá nos encontramos con Mons. Lorenzo Vargas, el Padre Carmelo de San Francisco de Macorís y el Padre Moisés de la Diócesis de San Juan de la Maguana, todos interesados en ver qué podíamos aprender de los cursos Alpha.
¿Qué es “Alfa”?
Alpha -como ellos lo describen- es una herramienta de evangelización que consiste en el anuncio del Kerygma en unas 9 secciones y que culmina con un retiro de un fin de semana para hablar del Espíritu Santo. Se está impartiendo desde los años 70 en Inglaterra y actualmente está en casi todos los países de Europa y gran parte de América Latina. Están trabajando con jóvenes, universitarios, parejas, en cárceles y con el público en general, adecuando el programa a cada grupo al que va dirigido.
Ecumenismo
Fue una experiencia maravillosa ver tantas personas de distintas denominaciones religiosas unidas con un mismo objetivo: llevar a Cristo al mundo. Escuchamos al Obispo Católico de Jamaica decir que era hermoso ver que éramos uno como Cristo y el Padre era uno, que éramos el Cuerpo de Cristo en Plena Comunión. También escuchar a nuestros hermanos de África -y muchos otros países que sufren persecuciones por el evangelio- testimoniar que no iban a parar de evangelizar porque el haber conocido a Jesús era lo mejor que había pasado en sus vidas y que ellos querían lo mismo para sus hermanos. Fue conmovedor y a la vez me hizo cuestionarme de muchas maneras.
Testimonio
Un joven de África nos contó cómo, hace algunos años, había hecho el curso “Alfa” y el encuentro personal con Jesús cambió su vida. Con varios amigos se lanzaron a dar el curso, y cayeron presos, pasaron ocho años en la cárcel. De las torturas recibidas, uno de sus compañeros murió, y otro quedó invalido de por vida. Sin embargo, llegaron a dar un curso “Alfa” clandestinamente dentro la cárcel.
El año pasado fue liberado y este año vino a Londres para asistir en la conferencia. Está determinado a volver a su país para seguir evangelizando, cueste lo que cueste.
La urgente necesidad
Lo que más me gustó de la experiencia fue ver la conciencia que tiene los directores de Alpha de la urgente necesidad que tiene el mundo de conocer a Cristo, de saber que El es la Esperanza para todos. Escuché a Nicky Gumble, (director de Alpha) decir: “Hoy Alpha tiene mucho éxito pero mañana Dios puede inspirar cualquier otra forma de evangelizar, y nosotros lo haremos también, de acuerdo a la voluntad de Dios. Lo importante es llevar a Jesús a las gentes”.
Gracia de Dios
Hay gran interés en nuestra Iglesia por implementar Alpha en las Universidades y las cárceles. ¡Ojalá que Dios derrame la gracia y el empuje que necesitamos para que eso se lleve a cabo, conforme a su voluntad!
Escrito por: Sabrisky Féliz Arnaud