Querido Padre Emiliano:
El Cielo, en la Casa del Padre.
Hace un año celebramos en una forma inolvidable tu cumpleaños 71 “cuando por un acto infinito del amor eterno de Dios viniste a este mundo”. ¡Qué alegría y qué fiesta en nosotros y en ti! Te volviste un niño con tu gorrito cumpleañero y tu carretilla desbordante de amor y de regalos. Todos en ella pusimos un derroche de regalos y cariño, y el cielo se juntó a nuestro gozo… Era el domingo 6 de junio; era, en verdad. “el día que hizo el Señor”.
Dos días después, el martes 8 de junio, nuestra alegría se cambió en llanto, la increíble sorpresa, mezcla de un dolor insondable y de alegría explicable sólo por la fe y la esperanza, “tu Pascua”, tu entrada en la Nueva Jerusalén …..
Hoy, en tu primer año de eternidad, la Comunidad te celebra nuevamente y te da un nuevo regalo: el que tú más anhelabas y que, en el fondo, es tu regalo a la Comunidad: Te lo presentamos flamante y aún con mil detalles que se van concluyendo día a día; es la Nueva Escuela de Evangelización Juan Pablo II. Tú la debes de haber recorrido miles de veces este año, animando, empujando al otro para que sigan adelante. Allí están los testigos de tu empeño, allí la incansable Leo con todo ese enorme equipo incondicional de técnicos y de obreros y con todo su incontable grupo de apoyo mediante la oración y mediante tantas y tantas formas de hacerse discreta y humildemente presentes para que la Escuela fuese inaugurada en este día.
Estamos seguros de tu presencia bienhechora en ella y de que cada curso, cada retiro y cada actividad va a ser para “evangelizar”, porque “la Escuela, como la Iglesia, existe para evangelizar”.
Y ahora, para que te llenes de risa y buen humor, por si no lo sabes, sábete que no sólo los niños y niñas, fruto de tu oración, llevan tu nombre y se llaman “Emiliano” o “Emiliana”, sino que ya han comenzado los pueblos y ciudades a bautizar con tu nombre a sus calles, plazoletas y avenidas: la calle que tanto recorrías delante de La Anunciación, ya no es la calle 7, sino la “Calle Padre Emiliano Tardif” Lo mismo en Pimentel, y en Santiago no solamente la gran avenida de Circunvalación se llama “Avenida Padre Emiliano Tardif”, sino que una plazoleta de la “Ciudad Corazón” llevará desde el 11 de junio tu busto de bronce… Y cualquier rato nos dicen que en tal y tal pueblo han erigido un monumento al “burrito de Ramos con Jesús en él”
Y ahora, Padre Emiliano, quisiera hacerte algunas preguntas o si prefieres el nombre una breve entrevista Ten la seguridad de que seré absolutamente fiel a tus respuestas, palabra por palabra.
Y para comenzar ¿qué te parece? Esa fiesta de tu cumpleaños como que tuvo un cierto sabor de rara despedida…
¿ Cómo la sentiste tú? - Como se lo dije a Evaristo en el avión, “nadie me había celebrado jamás un cumpleaños tan bello como éste. No pensé que el Padre Darío me quería tanto … ¿Será que me voy a morir pronto?”
- Padre Emiliano ¿cómo fue la última noche la del lunes 7 de junio en Argentina, sobre todo cuando te retiraste a descansar?
- Como todas las noches… Algo fatigado, sí; pero “soñando en el amanecer en que llegaría a las puertas de oro de la Nueva Jerusalén” “con mi invitación personal, grabada con la sangre del Cordero, para participar en sus Bodas”
- ¿Y tu última Misa en tu último retiro?
- Cada Misa, la Ultima como la Primera, la celebraba siempre con la convicción de que pudiera, en verdad, ser “la última” y que tras ella o en ella, “en un abrir y cerrar de ojos conocería cara a cara a Jesús Vivo y bondadoso, no ya por la fe sino en visión, porque lo que creemos aquí lo veremos allá … ¡y será el Cielo!
- Padre Emiliano, ¿qué es el cielo? ¿ Cómo es el cielo?
“Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre lo que Dios ha preparado para los que le aman”
- Y ahora, Padre Emiliano, la noticia bomba: ¿No te ha negado por allá arriba algún ejemplar de un libro que desde hace pocos días está haciendo furor por todas partes y que todo el mundo quiere leerlo y regalarlo, y que estén traduciendo a muchas lenguas, y que está haciendo competencia a “Jesús Está Vivo”, y que la autora parece que te conoce “pin-pun” por dentro y por fuera, le ha puesto por título: “Emiliano Tardif: Un Hombre de Dios”. ¿No lo has visto? Si todavía no lo has visto, hoy mismo te lo mando por el Internet…
-Bueno, bueno, “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”. “Somos unos pobres siervos, hicimos lo que el Señor quiso que por su misericordia hiciéramos. Por eso, sólo nos queda cantar con María: ‘Mi alma alaba al Señor y mi espíritu se alegra en su presencia’ … Que el Señor bendiga ese libro y a cuantos a través de él descubran su gozosa misericordia, y que desde el cielo podamos seguir evangelizando en todas partes …”
-Padre Emiliano, unas palabras para la Comunidad en este aniversario:
- Las del comienzo de la Comunidad “El que mucho ama es capaz de hacer grandes sacrificios por el Amado” y “si un día ustedes descuidan la adoración al Santísimo, su comunidad comenzará a desmoronarse” …
-Tuviste, Padre Emiliano, algún canto preferido?
-Sí varios; pero sobre todo uno que “mientras volaba en avión o montaba en burro, siempre iba cantando”: “Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor” y ahora, ya el “Cantaré eternamente las misericordias del Señor”
- Gracias, Padre Emiliano, y si nos das otra ocasión y el Señor lo permite, volveremos a escucharte y a gozarnos contigo. Yo tenía este compromiso con El Siervo y puedo terminar diciendo “Muerto ese abejón” ..