Jesús nos invita a vivir una cuaresma diferente interiorizando con Él.
Una cuaresma diferente!
Muchos saben que la cuaresma, es el tiempo de conversión (cambio interior), marcada por la iglesia, para prepararnos a la gran fiesta de la pascua.
En ella reflexionamos, con el fin de arrepentirnos de nuestros pecados y cambiar algo de nuestras vidas que nos hacen ser más testimonio de Cristo y vivir según su voluntad.
Esta dura 40 días, empezando el miércoles de Ceniza y concluyendo antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. El color litúrgico utilizado en este tiempo es el morado cuyo significado es luto y penitencia.
Jesús nos invita a que hagamos una reflexión profunda de cómo está nuestra vida y entrega hacia El. Asimismo, la iglesia nos invita a tener una vivencia más cercana a Cristo a través de la oración, la palabra, el ayuno y sacrificio, mostrando más amor y caridad hacia el hermano, cuyas actitudes nos hacen parecernos más a Él y alejarnos del pecado.
El perdón y la reconciliación fraternar es el enlace que nos une mas al Padre Celestial, dando paso a que cada día podamos entregarles nuestro corazón, haciendo a un lado el odio, el rencor, la envidia, los celos y todos los males que se oponen a su amor y al de los demás; reconociendo y apreciando la cruz de Jesús y tomando la nuestra con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
Dios, en este tiempo nos prepara para la reflexión única y salvífica, que nos hace fieles a sus enseñanzas, mostrándonos el verdadero amor que nos lleva a la única conversión en espíritu y en verdad; concientizándonos de cuan maravilloso es humillarnos ante su presencia, y sintiendo ese llamado personal a vivir una cuaresma reflejado en la entrega apasionada a Cristo.
Interioricemos, para que esta no sea una cuaresma que nos pase por delante sin al menos preguntarnos: Que estoy haciendo para mejorar mi vida acorde a voluntad de Cristo? Cuáles son esas cosas que aun no he cambiado? Porque sigo teniendo las mismas actitudes de siempre sin haber tenido algún cambio? He perdonado a mi hermano? Cuales son esos pecados que me atan y apartan del amor de Dios? Que es aquello que me impide vivir plenamente ante la voluntad de Cristo?
Hagamos un acto de conciencia: Desconectémonos por un momento de todo lo que nos agobia y conectémonos con nuestro interior. Dejemos que el amor de Dios inunde y actúe en nuestros corazones para abandonarnos a su voluntad y para emprender el camino de salvación.
Autora: Marlene De La Cruz