De vez en cuando es necesario y sano poner en pausa nuestros pensamientos, sentimientos y sencillamente...tomar aire. Tener vacaciones para el alma, licencia para el corazón.
Es decidirnos a suspender las prisas y evitar dejarnos atrapar por la cotidianidad y las premuras para dar paso a la calma, a la reflexion, a la introspección y sencillamente "respirar": para no ahogarnos en la rutina, para no ser presos de los "deberes" que nos impiden que los "quereres" tengan cabida en lo que hacemos, en lo que somos.
En ese tiempo precioso de encuentro con nosotros, con nuestra realidad; con Dios. Mirar si hemos dejado que lo urgente nos haya hecho perder de vista lo importante, lo que nos alimenta y da vida; lo que nos motiva y entusiasma.
Preguntarnos... Que queremos? a quien queremos? Que no queremos? Preguntas tan sencillas como trascendentes y así darnos el permiso de vivir mas acorde con lo que somos o mas bien...darnos el permiso de tener una vida conforme a nuestro para que, nuestro propósito.
Necesitamos "tomar aire" y respirar con consciencia, con entusiasmo...con gratitud.
Y luego...luego continuar quizás sin respuestas pero repletos de preguntas que nos vayan desafiando cada mañana.
Por: Rose Mary Cruz Mejía
"La nueva evangelización, unicamente podrá ser llevada a cabo por nuevos evangelizadores que han sido renovador por el espíritu de Dios y ungidos por su poder y que son testigos de que Jesús Vive".